Escribe: Adhemir Cavero Chavera

Gracias Perú, por nuevamente permitirnos sacarnos ese traje de Cenicienta y cambiarlo por uno no tan de gala, pero si formal. Un tercer puesto no es para reventar cohetes ni fuegos artificiales, pero si para encender la luz de la esperanza para lo que viene y realmente importa: el mundial.

GRACIAS, MUCHAS GRACIAS

Por hacer que nos vayamos corriendo del trabajo a la casa con el color verde en el cerebro. Expectativa al máximo fue la que volviste a crear entre propios y extraños. Gracias porque en este mes gritamos más goles de los que pudimos celebrar en todas las eliminatorias pasadas. Gracias por unir a las familias, a las parejas, a los amigos. Gracias porque al día siguiente de ver tus partidos, empezábamos la jornada con una sonrisa a flor de piel.

Gracias Gareca, porque potenciaste las hablidades de nuestros futbolistas, que son realmente valiosos, pero que necesitaban motivación. No se instalaron cámaras escondidas en l concentración pero si que se notó concentrados a todos en el campo y eso es sinónimo de que hay confianza en el comando técnico. Así, podemos llegar lejos.

Gracias, porque da para la iluisión y pese a que somos terceros en la tabla general, somos primeros en la simpatía en todo Sudamérica. Gracias, porque incluso perdiendo, ganamos. Los chilenos ni superándonos en ese nefasto partido, han podido (ni podrán igualarnos como pueblo).

Gracias porque volvió el toque pistero, palomilla a la selección. Una defensa colosal como la del vals, una volante desequilibrante y un delantero como Paolo que nos llena de orgullo y nos hace sentir los mejores.

Gracias Perú, por todo, por tu historia rica del pasado y por la historia que estamos seguros, cambiará y será exitosa de una vez por todas.

Gracias, gracias Perú.