Escribe: Adhemir Cavero Chavera


En ese mismo estadio hace un par de años también llovió. Llovieron lágrimas de impotencia de los hinchas al ver al equipo, el más ganador de Argentina y uno de los más coperos de América, caer al infierno de la segunda división de su país. En ese mismo estadio, quedará escrito que llovió nuevamente, a cántaros pero esta vez el final fue extremadamente feliz: River Plate goleó 3-0 a Tigres de México y  se coronó campeón de América.

NO MÁS LÁGRIMAS
Esos mismos hinchas que tuvieron que comerse las burlas del rival eterno en ese fatídico 2011, ahora son quienes tienen la chance de "darles el vuelto". Boca, por una tontería inexplicable, sin querer fue uno de los gestores de este nuevo éxito riverplatense.  Su agresión con el bendito gas pimienta fue una oda a la estupidez y la Conmebol decidió que River clasifique directamente. Con una ventaja de 1-0, los millonarios avanzaron y a partir de ese momento, con todo lo que significa eliminar al archirrival ya nadie lo paró es su carrera loca hacia el título. 
AL RITMO DE LA BANDA

En el Monumental se desató la histeria hace unos años por la debacle que sufrieron los de "La Banda", pero hoy todo es felicidad. Un equipo valiente y gallardo como su DT, que pasó a los libros de historia con el binomio jugador-técnico campeón y su categoría de ídolo ha recibido un plus dificilmente comparable. Así como alguna vez "arañó" a un rival, hoy acaricia nuevamente el trofeo más deseado de todo el continente americano.

Argentina es el país más pasional de Sudamérica, no cabe duda. Y los mismos sentimientos de frustración de hace años, hoy se borran con las lágrimas de campeón. Si los hinchas estuvieron en algún momento en el infierno hoy se merecen el cielo, la gloria y esta llegó en forma de Copa Libertadores y el grito de campeón se elevó. 

El campeón está de vuelta cantando bajo la lluvia.