El 15 es un número muy especial. En los trabajadores es la fecha esperada para aliviar las necesidades del mes. Para las niñas que pasan a ser púberes, un paso más en su crecimiento que amerita una gran fiesta. Para la selección nacional en cambio, es un número para celebrarlo con mesura, pero con una sonrisa de satisfacción.

Llegar a Rusia 2018, nos ha puesto en los ojos del mundo futbolístico. Al resto de humanos ya los teníamos dominados con nuestra cultura y comida pero ahora con nuestro juego de toque corto y presión alta, somos un rival que nadie se quiere cruzar y tenemos 15 partidos sin conocer aquella palabra que era común en nuestro fútbol: la derrota.

Desde el momento del himno, nuestros jugadores se sienten ganadores. La actitud ha cambiado hace rato y ahora que terminaron las pruebas, se viene el examen de ingreso a la historia: el Mundial en donde veremos de que estamos hechos.

Son 15 partidos de racha positiva. 15 encuentros entre el aficionado y el equipo en que salimos con ganas de seguir hablando de la selección y ese es el aspecto más importante: la mentalidad cambió.15 partidos sin perder las esperanzas de seguir.

15. Número que invita a seguir soñando y sonando a nivel mundial. En un país que por mucho tiempo ha probado sinsabores, ya tocaba salir aprobados y el sabor es dulce.