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ESPAÑA FUE AMARRETE Y SE FUE DE REGRESO EN OCTAVOS.

SUEÑO MUNDIAL

Rusia y Croacia se enfrentarán en cuartos, ambos clasificaron en una segunda jornada de octavos de final con poquísimas emociones. 

Por: Adhemir Cavero Chavera

Publicado: 2018-07-01

El que no arriesga no gana. En este momento del mundial, los equipos no quieren perder los partidos y salen con planteamientos más de protección que de creación y es comprensible hasta cierto punto, el que pestañea, tendrá que dormir largos cuatro años esperando la revancha en la siguiente Copa del Mundo.

PRIMER SUEÑO

Abrieron la jornada del domingo España y Rusia. No hace falta decir quien era el favorito, mas por historia que por lo mostrado en el torneo. Su `fútbol balada´ (de lado a lado), carente de sorpresa y explosión, fue contrarrestado por equipos como Irán y Marruecos que le dieron dura pelea. Ni que decir del juego que tuvieron ante Portugal. Sin un arquero de garantía además, la candidatura de España al título fue perdiendo simpatizantes tras cada juego. 

Aún así el tener a Rusia como su rival de llave, se colocaba nuevamente en el bolo fijo. Los locales para muchos solo tenían como único factor de peligro, el ser dueños de casa. Sin embargo, Stanislav Cherchesov, el DT del bigote, tenía un plan. Que viva la resistencia.

En Rusia se vive la temporada de verano, pero eso poco le importó a su selección que arropándose, protegió lo suyo y pese al gol tempranero en contra (literal pues fue autogol) pudo reponerse y de penal, se defendió largos 120 minutos para llegar a la ruleta rusa.

En los penales apareció otro hombre para ponerle el pecho y las manos a la situación. Igor Akifeev sabía que tenía las de ganar ante su rival de turno De Gea y no le falló a su gente. Atajó dos y los metió a los cuartos a celebrar.

Pese a lo monótono de las propuestas de ambos en el campo, se rescata la emoción de la clasificación local. Rusia cumplió el sueño de eliminar a una gigante. 

SEGUNDO SUEÑO

Casi siempre los partidos que arrancan con goles, son aviso de un buen juego. No pasó eso en el Dinamarca - Croacia. Jorgensen tras un daño co lateral (la jugada que más repitieron los daneses a lo largo del match) se la encontró en el área y fue al fondo. En la respuesta Mario Mandzukic aprovechó también un rebote y equiparó el marcador. Luego de eso, el resto de tiempo sobró. Ambos jugaron a la paciencia de un anciano, a ritmo de tortuga. Daban ganas de avanzar la película como en el Blu - Ray. El camino hacia los penales parecía inminente.

Pero ocurrió algo increíble.

Faltando tres minutos, Croacia tuvo la chance de evitar el stress de los penales con Luka Modric, pero al cerebral volante le faltaba en su exitosa carrera, un requisito propio de todos los crack de la historia:  fallar un penal. Fue entonces que Kasper Schmeichel apoyó la causa llevando todo a definirlo en la temida tanda. 

uN PARTIDO QUE ACABÓ CON EMOCIONES. 

Dinamarca, estaba  tenía un fan superespecial en tribuna (Peter Schmeichel)  y por tanto a un arquero supermotivado para la ronda de penales. Del otro lado, sin embargo, alguien estaba presto, silencioso y sin tanto aspaviento, esperando su turno para entrar en escena. Daniel Subasic, quien en la ronda de paneles fue vital en sus intervenciones.

Fue un duelo para el bostezo, pero con un final que compensa las horas de suplicio. Croacia jugó un tanto dormido, pero su sueño sigue intacto: repetir o superar el gran mundial que hicieron en Francia 1998.




Escrito por

Javier Adhemir Cavero Chavera

Escribo cuando estoy inspirado, me inspiro cuando escribo.


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