PAÑOS MENORES
La Sub-20 dejó una triste imagen en el Sudamericano Sub-20 y quedó fuera en primera fase.
Miraba los juegos de la selección y a cada instante trataba de confirmar si era la actualidad o el pasado, comprobando tristemente que estábamos en 2019 y no habíamos mejorado. Recordé al Perú que era siempre superado en todos los aspectos del juego (cabezasos, cierres, divididas).
Hice bilis, traté de meterle fe a sus ataques (sin éxito), pero mi labor de hincha no iba a cambiar nada. La selección Sub-20 lució como un equipo chico. Sin elaboración trascendente. Sin rebeldía. Sin gol.
El equipo de Daniel Ahmed, ganó un partido impensado ante Uruguay pero hizo todo lo posible por no merecer algo más en el torneo. No tuvo una idea de juego. Salvo intentos vacíos de llevarse todo por delante por parte de Walter Tandazo u Osling Mora, ningún otro elemento destacó o se animó a cambiar la historia.
Jairo Concha se puso a jugar solo unos cuantos segundos por partido, Gerald Távara, con una pegada increíble capaz de generar goles olímpicos, nunca tuvo claridad como para enviar un disparo decente al área. La defensa pecó de inocente en toda acción de ataque rival y Emile Franco, nuestro arquero sacó las que pudo solamente.
Siendo sinceros, esta eliminación duele pues esperábamos más del equipo en la previa, pero luego de ver su accionar en Chile, el final era predecible.
Veo a los jugadores con manos a la cintura, incrédulos ante la situación, a un comando técnico tan perdido como ellos en el campo y a una hinchada que no sabe hasta cuando deba esperar para ver triunfos en una categoría clave para nutrir nuestras selecciones del mañana.
Fuera de la selección mayor, en otras categorías estamos aún en paños menores y esto se desnuda en cada Sudamericano.