Por: Adhemir Cavero Chavera 

twitter: @javieradhemir1

MVP


Pasaban los minutos y la confianza de Casemiro defendiendo, contrastaba con el nerviosismo de Mendy. Ambos con amarilla y sabiendose ausentes en la vuelta, solo tuvieron eso en común en esos últimos minutos. Modric extrañado sale del campo- cuando sostenía muy bien el cero apoyando en marca y salida- cambiado por Valverde que fue al verde con determinación para sostener un resultado que por el trámite, se valoraba mucho más. Benzemá cedió su lugar a Bale. Ya se guardaban balas para la vuelta.

Courtois se sentía cada vez más grande bajo esos tres palos. El es sin duda el poste número cuatro. Si le adivinó un penal a Messi, ya cualquier insinuación para el, no era problema. En el otro arco sin embargo daba igual si tapaba Navas, Donarumma o ponían una toalla. Madrid jugó a no perder. 

Lo conseguía.

PSG parecía desanimarse.

El plan de Ancelotti para Real Madrid fue no regalarle espacios al francés , la estrategia de Kylian entonces fue creárselos.

Cuando ya parecía todo se creía cerrado y los merengues volvían a Madrid con un punto bajo el brazo, Mbappé fue más fuerte. Neymar cambió de look y fue la rueda de auxilio que tanto necesitaba el galo, apenas se volcó al campo, hizo lo suyo: destruir muros defensivos junto con el francés.

Pasó el tiempo oficial, corrían los descuentos cuando Mbappé emprendió un nuevo viaje en solitario y luego de un taco de Ney, creyó. En su potencia, en su habilidad y su capacidad de definición. Sumó sas tres cualidades contrarreloj y su disparo pasó por la zona menos probable: entre las piernas de Courtois.

Así, Mbappé fue otra vez el MVP de PSG. Un gol que merecía más que nadie. En el Parque de los Príncipes ya se siente el rey.